El trabajo con el paciente es arduo y en todos los casos avanza lentamente. Cualquier intento de acelerar el paso es infructuoso y al poco de andar uno se da cuenta que ir más rápido es negligente y sobre todo improductivo.
Avanzar con cautela
Así que, nuestro empeño por obtener resultados, debe adaptarse a las circunstancias del terreno, que en el caso de la psicoterapia, no es otra cosa que un berenjenal. De manera que si intentamos correr, lo más probable es que nos caigamos entre la maraña de obstáculos que nos salen al paso en todo momento.
Hay muchos momentos durante la sesión en la que el paciente se muestra vacilante y mientras relata algún síntoma se interrumpe diciendo que no se explica por qué le sucede eso, y en esos momentos es muy frecuente que utilice la expresión » no sé «.
No sé por qué me pasa esto. Simplemente me sucede y no sé por qué. Me gustaría evitarlo pero no puedo.
El » no sé » y la perplejidad
Lo que uno ve que le sucede al paciente es que está perplejo ante el desconocimiento de lo que le sucede porque en muchas ocasiones son cosas en las que no se reconoce o que le provocan vergüenza o pudor o, simplemente, perplejidad y asombro.
El » no sé » y la falta de ocurrencias
El otro » No sé «, también muy frecuente es el que aparece cuando el paciente no tiene nada que decir o, más bien, cuando al paciente no se le ocurre nada y entonces dice: No sé que decir. Y empieza a repetir como un loro no sé. Continuar leyendo «EL » NO SÉ » DEL PACIENTE EN LA SESIÓN»
La culpa en el tercer milenio tiene una causa diferente a la que tenia en los siglos XIX y XX. En esos siglos, la cultura imperante en la sociedad condenaba con violencia la falta de moderación en las costumbres.
Los valores y las normas alentaban el cultivo de la virtud y la moderación, condenando cualquier exceso de las pasiones.
Las exigencias de la vida en una sociedad civilizada imponía a los ciudadanos arduos sacrificios y grandes renuncias a sus deseos, en pos de un ideal de ser humano superior y virtuoso.
En ese contexto sociocultural, cualquier conducta que no respetara los principios morales imperantes era condenada haciendo caer sobre el responsable de la transgresión, todo el peso de la reprobación social.
La interiorización de esta reprobación social se traducía en un sentimiento de culpa que las personas experimentaban cuando se veían tentados de saltarse las normas o cuando efectivamente se las saltaban dando rienda suelta a sus deseos.
La salud mental es el resultado de la búsqueda del equilibrio.
Para la búsqueda del equilibrio son muy importantes los referentes durante la infancia. Estos nos aportaran los nutrientes psicológicos necesarios que nos ayudaran a resolver los continuos desequilibrios a los que nos veremos expuestos durante el proceso vital.
Nuestra propias vivencias internas son una fuente de desequilibrio a la que nos enfrentamos en el arduo y fascinante camino de la vida. La ausencia de referentes importantes, como un papá, una mamá, un ser querido e importante, hará que en los momentos difíciles y confusos nos sintamos solos y desamparados.
Por el contrario, la presencia de esas personas tan queridas e importantes para nosotros, nos acompañará en nuestros pensamientos y nos aportaran con sus voces y su compañía, la tranquilidad de pensar junto con ellos nuestros problemas y de buscar soluciones con su ayuda.
La parafilia es una etiqueta que sirve para clasificar un tipo de problemas que se dan en la vida sexual de las personas.
Cada ser humano tiene su personalidad y ello hace que cada uno tenga gustos diferentes y disfrute a su manera con las posibilidades que le ofrece la experiencia.
Dentro de las experiencias que nos ofrece la vida, están las experiencias sexuales que son una increíble fuente de placer y satisfacción. Pero su práctica es extremadamente compleja en el caso de los seres humanos y no se reduce únicamente a la reproducción como en el caso de el resto de los animales de la naturaleza.
En el caso de los seres humanos la sexualidad tiene como base de la experiencia al cuerpo con sus diferentes zonas de placer, pero a esa base hay que sumarle la fantasía, que agrega a la experiencia sexual un sinnúmero de posibilidades y requisitos.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies