La guerra interna es una disputa entre inclinaciones del espíritu que adquiere la dimensión de un enfrentamiento violento. La consecuencia última de ese enfrentamiento, es la aparición de un yo bueno y un yo malo que no son otra cosa que el mismo organismo psicofísico pero dividido a causa del conflicto.
Es como si en un reino o un país estallara una guerra civil y el bando ganador expulsara a los perdedores o los obligara a someterse a su voluntad en nombre de la justicia y el bien común.
De esta manera, la convivencia se rompe y aunque todos son habitantes de ese reino o ese país, ahora hay vencedores y vencidos y la diversidad y complejidad propias de la sociedad se rompe y altera en adelante el equilibrio de fuerzas.
EL PEOR RESULTADO POSIBLE
El síntoma más evidente de este nuevo orden de cosas es la censura que se impone con mucho rigor sobre cualquier intento de alterar el orden establecido por los vencedores.
En el interior del universo mental de cualquier individuo sucede lo mismo que en la situación descrita. El universo simbólico de una persona se organiza en un discurso que intenta sostener el propio ser de acuerdo con un ideal y, por lo tanto, todo lo que cuestione o ponga en entredicho ese anhelo, será fuertemente censurado y apartado del discurso con el cual esa persona quiere identificarse.
El trastorno narcisista de la personalidad se define esencialmente por la necesidad de la persona que lo padece de ser admirada, de que los demás reconozcan en ellos/ellas lo especial que son y lo sobresaliente de sus cualidades y aptitudes. Junto a esta característica distintiva, hay que resaltar la falta de empatía hacia los sentimientos de los demás.
La exageración de sus virtudes y la falta de autocrítica hacen que aparezcan ante los demás como personas presumidas y petulantes y vanidosas.
El sentimiento de ser especiales los lleva a buscar la compañía de personas que cree son tan únicas y especiales como él/ella y considera a su grupo de amigos y al entorno social con el que se relaciona como superior a los demás, debido a sus cualidades y talentos.
Cuando se padece un trastorno de ansiedad se manifiestan preocupaciones exageradas y recurrentes que persisten durante varios meses. Puedes sentir sensación de intranquilidad, sentirte tenso, irritable y con una sensación de cansancio muy grande. Además, puede que sientas dificultades para dormir porque no puedes relajarte y dejar de pensar en cosas y situaciones que te angustian.
Los síntomas relacionados con la ansiedad causan un malestar muy importante y este malestar se manifiesta tanto en lo físico, como en lo psicológico y social afectando los vínculos íntimos y laborales.
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