El trabajo con el paciente es arduo y en todos los casos avanza lentamente. Cualquier intento de acelerar el paso es infructuoso y al poco de andar uno se da cuenta que ir más rápido es negligente y sobre todo improductivo.
Avanzar con cautela
Así que, nuestro empeño por obtener resultados, debe adaptarse a las circunstancias del terreno, que en el caso de la psicoterapia, no es otra cosa que un berenjenal. De manera que si intentamos correr, lo más probable es que nos caigamos entre la maraña de obstáculos que nos salen al paso en todo momento.
Los sueños han sido a lo largo de la historia de la civilización una fuente de curiosidad y han estimulado el conocimiento sobre sus causas y consecuencias. Así, desde la antigüedad los sabios y los hombres comunes compartían el mismo interés por develar su enigma.
Esa preocupación histórica por el significado de los sueños me llamó la atención desde muy temprano y mi curiosidad intelectual se vio muy atraída por ese fenómeno tan enigmático y esquivo.
Por eso, el poder de atracción que la vida onírica tuvo siempre sobre mí, se basaba en el misterio que contenían sus símbolos, en la encrucijada que oponía al pensamiento racional y consciente y en la confusión de su apretado e irracional simbolismo aparentemente sin sentido.
Además, su principal atractivo, aparte de la originalidad creativa y de la estética tan poco respetuosa de las convenciones lógicas, era su lenguaje criptográfico y la necesidad de descifrar su sentido oculto, peculiaridad que siempre cautivó mi espíritu.
Esta breve introducción me sirve de preámbulo para anunciar mi actual desilusión al comprobar que mis pacientes no me cuentan sueños en la consulta.
¿ QUÉ HA PASADO CON LOS SUEÑOS ?
¿ Las personas ya no sueñan ? ¿ O será que sueñan pero los sueños han perdido el prestigio que solían tener ?
Hay muchos momentos durante la sesión en la que el paciente se muestra vacilante y mientras relata algún síntoma se interrumpe diciendo que no se explica por qué le sucede eso, y en esos momentos es muy frecuente que utilice la expresión » no sé «.
No sé por qué me pasa esto. Simplemente me sucede y no sé por qué. Me gustaría evitarlo pero no puedo.
El » no sé » y la perplejidad
Lo que uno ve que le sucede al paciente es que está perplejo ante el desconocimiento de lo que le sucede porque en muchas ocasiones son cosas en las que no se reconoce o que le provocan vergüenza o pudor o, simplemente, perplejidad y asombro.
El » no sé » y la falta de ocurrencias
El otro » No sé «, también muy frecuente es el que aparece cuando el paciente no tiene nada que decir o, más bien, cuando al paciente no se le ocurre nada y entonces dice: No sé que decir. Y empieza a repetir como un loro no sé. Continuar leyendo «EL » NO SÉ » DEL PACIENTE EN LA SESIÓN»
El diagnóstico es una etiqueta que confunde al paciente más de lo que lo aclara.
El diagnóstico es una etiqueta que sirve como orientación muy general y en la mayoría de los casos muy imprecisa al Psicólogo para orientarse en la neblina del complejo territorio que es el universo personal del paciente.
Los pacientes me suelen decir: He estado leyendo sobre el trastorno obsesivo compulsivo y me doy cuenta que yo tengo mucho de los síntomas que lo describen. He estado leyendo del trastorno bipolar dice otro y creo que me veo muy identificado con ese padecimiento.
Me he informado – dicen algunos y algunas – en internet sobre los diferentes tratamientos y los variados trastornos psicológicos y creo que lo que necesito es una terapia cognitivo- conductual centrada en el presente porque según lo que he leído yo padezco un trastorno límite de la personalidad.
Toda esa información, no añade ningún beneficio al tratamiento. Muy por el contrario, lo único que hace es estigmatizar a las personas y etiquetarlas con un rótulo que les da cierta tranquilidad.
La infidelidad es una realidad que afecta a muchísimas parejas.
Una vez constatada y aceptada como un hecho que se repite a lo largo de la historia y con una frecuencia nada despreciable como para ignorar su existencia, debemos tratar de entender cuales son las causas que la hacen posible.
Como todas las situaciones complejas que afectan la vida de las personas, entender la infidelidad nos obliga a considerar una cantidad de factores que entran en juego a la hora de analizarla.
La convivencia y su relación con la infidelidad
La convivencia puede ser un factor – y remarco que no el único – que engorde el conjunto de causas que empujen a uno de los miembros de la pareja, – o a los dos – a la infidelidad. Hago referencia a la convivencia que se transforma en una rutina en la que se pierde la capacidad de encontrar momentos para compartir la intimidad de cada uno.
La convivencia negativa se centra en los problemas cotidianos y en la repetición de rutinas de supervivencia, borrando de la relación de pareja los momentos de intimidad, diversión compartida e interés por los sentimientos y emociones de cada uno.
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