La aceptación de la humanidad hace referencia a la necesidad que se manifiesta en un momento de la vida de tener que hacerle frente al hecho de que todo lo que aspirábamos a ser, de que todos nuestros ideales, de que todos nuestros proyectos profesionales, sociales y personales, no se van a cumplir en gran parte.
Esto quiere decir que vamos a tener que aceptar las limitaciones que nos va a imponer la experiencia y, por lo tanto, renunciar a gran parte de nuestros ideales, con la consabida frustración que eso acarrea.
Con la Iglesia hemos topado…. como dice el refrán.
La frustración es el gran tema, porque nos obliga a re adaptarnos a una nueva situación en la que necesariamente tenemos que aceptar los límites que nos impone nuestra condición de seres incompletos y vulnerables.
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