Dado el hecho de que llegamos al mundo en un absoluto estado de indefensión y por lo tanto de necesidad, y dado el hecho de que esa condición nos deja a expensas de lo que los que nos reciben nos atiendan y satisfagan todas nuestras necesidades, podemos afirmar que la primera disposición de todo ser humano recién llegado a este mundo es la de recibir lo que le es dado por los progenitores y, a través de ellos, por la sociedad a la que pertenecen.
Entonces podemos decir que todo recién nacido es una hoja en blanco en la que los demás empiezan a escribir.
Este original estado de dependencia del ser humano hace que su situación quede muy determinada por el medio ambiente social en el que se desarrolla.
Ese medio ambiente social mediado en principio por los padres y personas más cercanas del entorno familiar del niño, tiene un lenguaje y un universo social y cultural que lo define.
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