La potencia versus la impotencia son las dos caras de una misma moneda que está siempre girando en la trama de la vida.
Todos y todas queremos ser potentes, queremos resolver con seguridad y con éxito todos los problemas que se nos aparecen en el camino.
Todos y todas tenemos ansias de poder y nos gusta sentir que controlamos las situaciones y que tenemos respuestas para los problemas.
Todos y todas nos regocijamos cuando ante las dificultades de la vida salimos airosos de situaciones difíciles gracias a nuestros recursos.
Que fantástico es el mundo cuando damos con las respuestas y hasta disfrutamos de las dificultades cuando entrevemos que existe la `posibilidad de resolverlas por nosotros mismos.
Hay muchos momentos durante la sesión en la que el paciente se muestra vacilante y mientras relata algún síntoma se interrumpe diciendo que no se explica por qué le sucede eso, y en esos momentos es muy frecuente que utilice la expresión » no sé «.
No sé por qué me pasa esto. Simplemente me sucede y no sé por qué. Me gustaría evitarlo pero no puedo.
El » no sé » y la perplejidad
Lo que uno ve que le sucede al paciente es que está perplejo ante el desconocimiento de lo que le sucede porque en muchas ocasiones son cosas en las que no se reconoce o que le provocan vergüenza o pudor o, simplemente, perplejidad y asombro.
El » no sé » y la falta de ocurrencias
El otro » No sé «, también muy frecuente es el que aparece cuando el paciente no tiene nada que decir o, más bien, cuando al paciente no se le ocurre nada y entonces dice: No sé que decir. Y empieza a repetir como un loro no sé. Continuar leyendo «EL » NO SÉ » DEL PACIENTE EN LA SESIÓN»
El diagnóstico es una etiqueta que confunde al paciente más de lo que lo aclara.
El diagnóstico es una etiqueta que sirve como orientación muy general y en la mayoría de los casos muy imprecisa al Psicólogo para orientarse en la neblina del complejo territorio que es el universo personal del paciente.
Los pacientes me suelen decir: He estado leyendo sobre el trastorno obsesivo compulsivo y me doy cuenta que yo tengo mucho de los síntomas que lo describen. He estado leyendo del trastorno bipolar dice otro y creo que me veo muy identificado con ese padecimiento.
Me he informado – dicen algunos y algunas – en internet sobre los diferentes tratamientos y los variados trastornos psicológicos y creo que lo que necesito es una terapia cognitivo- conductual centrada en el presente porque según lo que he leído yo padezco un trastorno límite de la personalidad.
Toda esa información, no añade ningún beneficio al tratamiento. Muy por el contrario, lo único que hace es estigmatizar a las personas y etiquetarlas con un rótulo que les da cierta tranquilidad.
La insatisfacción de ser lo que soy es una frase con la que quiero remarcar un sentimiento que experimentamos casi todo el tiempo cuando pensamos en nosotros mismos.
De repente me pongo a pensar en que tengo un buen trabajo pero no tengo el tiempo libre que desearía. O quizás me sienta feliz de haber logrado obtener un titulo universitario, pero lamente haber tenido que sacrificar otras cosas importantes para lograr ese objetivo.
En un momento del día puedo alegrarme pensando en lo joven que soy y por la tarde entristecerme pensando en que ya soy viejo para algunas cosas y reflexionar sobre el paso del tiempo para acabar pensando en la brevedad de la existencia.
De repente puedo levantarme un día cualquiera y sentirme esplendido, simpático y encantador y al otro día experimentar tristes sentimientos de inseguridad y pesimismo.
En otros momentos y a veces de manera simultánea y mezclada tener la sensación del sin sentido de mi existencia y de la inutilidad de mis acciones junto con un sentimiento contrario de satisfacción y disfrute de los pequeños placeres cotidianos.
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