Ayuda Coronavirus. ¿Tenemos cita para ir al doctor?
Aunque no nos guste esperar, vamos sabiendo nuestra condición de pacientes, y cuando nos enfrentamos a la espera por algún retraso en el horario de nuestra consulta, es como si ya hubiéramos asumido el significado de su palabra en su sentido más primario.
Entonces nos ponemos a mirar una revista o el móvil. A esperar. Y somos pacientes con la situación.
Pero a veces se alarga tanto que las manitas del reloj parecen empezar a boicotearnos y nos empezamos a poner realmente nerviosos. Llega un momento en el que decidimos levantarnos y preguntarle a la secretaria del lugar, qué es lo que sucede.
Ayuda psicológica es un concepto que nos hace pensar en alguien que está sufriendo y necesita asistencia profesional.
En medicina podemos diferenciar perfectamente entre un dolor de cabeza pasajero y una enfermedad a tratar.
El primero, que puede resultar por falta de sueño o por haber estado en un lugar ruidoso encontrará fácil alivio en un analgésico.
Asistencia Profesional
Una enfermedad ya necesita de un diagnóstico y un tratamiento a seguir, que está sometido a una duración de tiempo determinada y debemos cumplirla si queremos que realmente se resuelva con éxito.
De esta misma manera deberíamos preguntarnos qué buscamos cuando pensamos en ir al psicólogo.
El ritmo de vida contemporáneo se caracteriza por el aumento de la velocidad de respuesta frente a los estímulos.
La tecnología de la información y la cantidad de soportes informáticos junto con el avasallamiento impúdico de la publicidad, que se cuela violentamente en nuestras vidas en cualquier momento y en cualquier lugar, nos somete a un estrés para la toma de decisiones.
Se nos pide ser rápidos y exactos
Debemos elegir de forma rápida y exacta procesando la información por encima, de manera superficial, sin tiempo para profundizar en los pros y los contras.
Una cuestión cultural es que ocultemos nuestros complejos e inhibiciones. Sentimos la necesidad de mantenerlos ocultos por pudor. No nos gusta exponer nuestros problemas porque sentimos que eso es un síntoma de debilidad e incluso de que podrían usarlo para hacernos daño.
Pero cuando se trata de nuestro cuerpo no tenemos tantos reparos. En general no tenemos problema en contarle a los demás si padecemos ardor estomacal, problemas con la tensión arterial o cualquier otro tipo de afección orgánica.
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