EL IMPERIO DE LA IMÁGEN
El imperio de la imagen se ha consolidado en la sociedad actual adquiriendo unas características nunca vistas en la historia de la civilización.
Los hombres y mujeres y las personas transgénero en general hacen un culto de la imagen nunca antes visto en la historia.
La apariencia, la estética de los cuerpos, se agota en sí misma, sin trascender ni ser vehículo de inquietudes existenciales más profundas.
El culto de la imagen no aspira a otra cosa que la exhibición de un cuerpo que no trasciende los límites de lo carnal y que se regodea en la autopercepción de sus cualidades.
Se añade a esta aspiración estética la estandarización de las formas tanto en el rostro como en el resto del cuerpo.
Así, el cuerpo transformado en objeto de producción de la maquinaria capitalista de consumo, produce seres humanos cuya identidad se confunde en una apariencia indiscriminada y volátil.
La identidad de los cuerpos se confunde y la expresión del alma se esfuma en la falta de interés por los significados.
Dentro de esta lógica mercantil de la belleza industrial, el cuerpo se devora todas las aspiraciones y deseos como si de un agujero negro se tratara.
De esta forma, trascender la imagen por medio de pretensiones simbólicas, se hace una misión imposible, ya que la estandarización y el culto de la apariencia han acaparado toda la atención.
Esta situación debe alertarnos sobre la maquinaria de manipulación social que se asocia indiscutiblemente con la industrialización de los cuerpos y, también, con el empobrecimiento de la humanidad que conlleva idolatrar la superficialidad y desatender la profundidad que el ser humano tiene y merece desarrollar.
Debo subrayar la necesidad de integrar el interés por la integridad del ser, cuya identidad se conforma por la inseparable unión del cuerpo y el alma.
https://www.scielo.cl/pdf/polis/v10n28/art26.pdf
https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.667/ev.667.pdf
https://www.psicologialasmusas.es/la-aceptacion-de-la-humanidad/