Las tres incertidumbres con las que debemos lidiar en la vida son…
La salud, el trabajo y el amor. ¡ Que obviedad !
Ellas, nos picotean el alma hasta el último de nuestros días, pero cada uno de nosotros tenemos predilección por alguna de ellas.
Ellas, son vanidosas y altivas y aunque se igualan en dignidad, son ambiciosas y presumidas y quieren acaparar toda nuestra atención.
Las tres incertidumbres, aunque son muy celosas y competitivas, deben conformarse con compartir a sus víctimas cuya predilección por ellas es siempre dispar.
Unos adoptan a la incertidumbre salud, otros a la incertidumbre trabajo y otros prefieren a la incertidumbre amor.
A partir del momento en que las adoptan, deben hacerse responsables de todas sus necesidades y todos sus caprichos.
La culpa en el tercer milenio tiene una causa diferente a la que tenia en los siglos XIX y XX. En esos siglos, la cultura imperante en la sociedad condenaba con violencia la falta de moderación en las costumbres.
Los valores y las normas alentaban el cultivo de la virtud y la moderación, condenando cualquier exceso de las pasiones.
Las exigencias de la vida en una sociedad civilizada imponía a los ciudadanos arduos sacrificios y grandes renuncias a sus deseos, en pos de un ideal de ser humano superior y virtuoso.
En ese contexto sociocultural, cualquier conducta que no respetara los principios morales imperantes era condenada haciendo caer sobre el responsable de la transgresión, todo el peso de la reprobación social.
La interiorización de esta reprobación social se traducía en un sentimiento de culpa que las personas experimentaban cuando se veían tentados de saltarse las normas o cuando efectivamente se las saltaban dando rienda suelta a sus deseos.
La infidelidad es una realidad que afecta a muchísimas parejas.
Una vez constatada y aceptada como un hecho que se repite a lo largo de la historia y con una frecuencia nada despreciable como para ignorar su existencia, debemos tratar de entender cuales son las causas que la hacen posible.
Como todas las situaciones complejas que afectan la vida de las personas, entender la infidelidad nos obliga a considerar una cantidad de factores que entran en juego a la hora de analizarla.
La convivencia y su relación con la infidelidad
La convivencia puede ser un factor – y remarco que no el único – que engorde el conjunto de causas que empujen a uno de los miembros de la pareja, – o a los dos – a la infidelidad. Hago referencia a la convivencia que se transforma en una rutina en la que se pierde la capacidad de encontrar momentos para compartir la intimidad de cada uno.
La convivencia negativa se centra en los problemas cotidianos y en la repetición de rutinas de supervivencia, borrando de la relación de pareja los momentos de intimidad, diversión compartida e interés por los sentimientos y emociones de cada uno.
La insatisfacción de ser lo que soy es una frase con la que quiero remarcar un sentimiento que experimentamos casi todo el tiempo cuando pensamos en nosotros mismos.
De repente me pongo a pensar en que tengo un buen trabajo pero no tengo el tiempo libre que desearía. O quizás me sienta feliz de haber logrado obtener un titulo universitario, pero lamente haber tenido que sacrificar otras cosas importantes para lograr ese objetivo.
En un momento del día puedo alegrarme pensando en lo joven que soy y por la tarde entristecerme pensando en que ya soy viejo para algunas cosas y reflexionar sobre el paso del tiempo para acabar pensando en la brevedad de la existencia.
De repente puedo levantarme un día cualquiera y sentirme esplendido, simpático y encantador y al otro día experimentar tristes sentimientos de inseguridad y pesimismo.
En otros momentos y a veces de manera simultánea y mezclada tener la sensación del sin sentido de mi existencia y de la inutilidad de mis acciones junto con un sentimiento contrario de satisfacción y disfrute de los pequeños placeres cotidianos.
La salud mental es el resultado de la búsqueda del equilibrio.
Para la búsqueda del equilibrio son muy importantes los referentes durante la infancia. Estos nos aportaran los nutrientes psicológicos necesarios que nos ayudaran a resolver los continuos desequilibrios a los que nos veremos expuestos durante el proceso vital.
Nuestra propias vivencias internas son una fuente de desequilibrio a la que nos enfrentamos en el arduo y fascinante camino de la vida. La ausencia de referentes importantes, como un papá, una mamá, un ser querido e importante, hará que en los momentos difíciles y confusos nos sintamos solos y desamparados.
Por el contrario, la presencia de esas personas tan queridas e importantes para nosotros, nos acompañará en nuestros pensamientos y nos aportaran con sus voces y su compañía, la tranquilidad de pensar junto con ellos nuestros problemas y de buscar soluciones con su ayuda.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies